martes, 26 de febrero de 2013

Terapia de pareja:



Llevo más de un año especializándome en terapia de pareja, por mi sofá de la consulta han pasado muchas y hemos alcanzado buenos resultados. He leído numerosos artículos y nuevas técnicas terapeúticas para resolver los conflictos de pareja tanto a nivel conducutal, emocional y sexual. Voy a comentar ampliamente los resultados que he obtenido y lo que veo que está funcionando. El objetivo de esta entrada no es otro que las persona que estén interesadas tenga herramientas que les permita hacer frente a su situación, acompañados si es posible de un terapeuta de pareja.

Primeramente para que la terapia funcione hemos de tener en cuenta que ambos tienen que venir de acuerdo con lo el cambio que quieren realizar, apartando las dicusiones durante la hora de terapia para que el profesional pueda elaborar el mejor informe posible de la evaluación del problema. Así mismo, cabe destacar que un 50% del éxito de la terapia de pareja reside en la confianza y la buena relación terapeútica entre los pacientes y el profesional.

Una pareja siempre ha sido considerada como dos personas que forman un solo núcleo, así que podemos considerar que hay tres elementos para el análisis del problema: Dos miembros individuales y un núcleo conjunto.

En la terapia de pareja es importante analizar tanto las dos partes como el núcleo, pues puede ser que un problema de estrés en una de las partes pueda estar ocasionando discusiones o ansiedad en la pareja, con lo cual, es necesario analizar a los 3 niveles de la pareja.

Los pacientes han de entender que el cambio que deben realizar es interno, no es un cambio de conducta simple, sino una interiorización de los consejos terapeúticos para que éstos se incluyan dentro del repertorio conductual de la persona. Otro paso importante de la terapia es que las personas comprendan la necesidad de acercar posturas cuando surge un conflicto, hablando desde la positividad y la relajación a partir de la reflexión del problema. Para llegar a esta situación se emplean técnicas como la parada de pensamiento, el tiempo fuera y la relajación progresiva de Jacobson, además del trabajo empático realizado en la consulta.

La empatía  definida como: "La empatía (del vocablo griego antiguo εμπαθεια, formado εν, 'en el interior de', y πάθoς, 'sufrimiento, lo que se sufre'), llamada también inteligencia interpersonal en la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, es la capacidad cognitiva de percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir."

En estas bases se sustenta una buena terapia de pareja, pero no tenemos que olvidarnos de algo muy importante en la vida de una pareja y es el sexo. Muchas parejas refieren estar a disgusto con las relaciones sexuales que mantienen en la actualidad, hablan de tiempos mejores, desean cosas que aún no han tenido, o simplemente no alcanzan el orgasmo, sienten anhedonia ante las relaciones o se han acostumbrado a una vida sexual pobre. Para llevar a cabo una vida sexual plena, el terapeuta ha de tener confianza con sus pacientes y éstos depositar su energía en seguir los pasos que se proponen en consulta. Dependiendo del tipo de problema se hacen distintos acercamientos a la vida sexual plena. Muchos pacientes refieren al principio sentir que "estan haciendo los deberes" pero la constancia y la paciencia hace que broten los primeros pasos hacia esa vida sexual satisfactoria. El ser humano es capaz de acomodarse a muchas situaciones, sin embargo muchas de ellas no son deseables para nosotros, con lo que el cambio es necesario.



Muchas mujeres en consulta se me quejan de la falta de cariño y atenciones de sus parejas y ellos de la falta de deseo sexual de ellas, lo que no se dan cuenta es que son dos cosas de un continuo. El hombre debido a la cantidad de testosterona que genera tiene un impulso sexual más potente, sobre todo a nivel visual y necesidad biológica y más reiterado que la mujer, la mujer también segrega esta hormona, pero en menor  cantidad con lo que su impulso sexual está disminuído en comparación, pero a la mujer no le despierta el impulso la necesidad biológica o el atractivo visual, que también, pero la mujer desea ser querida, valorada, cuidada...necesita atenciones, piropos para sentír ese impulso sexual...hombre y mujeres trabajamos la información sexual de forma distinta pero forma parte de un continuo, ya que el cortejo y el cuidado deriva en el deseo sexual de pertenencia.

El terapeuta debe hacer entender este continuo a los paciente para que la terapia sexual sea satisfactoria para ambos.


Bueno me gustaría saber que reflexión teneis de esta información, y contarme si alguno ha realizado ejercicios que os han funcionado y como os ha ido.


Gracias a todos


Laura

Licenciada en Psicología
Psicologa general sanitaria